A ver si nos entendemos: considero que la electrónica no es otra cosa que una herramienta más al servicio de la humanidad (que bonito), y que en su justa medida, puede servir para hacer la bolsa del dinero más pesada y sonora (o simplemente, para ganarse la vida de forma decente).
Entiendo que hay otra forma de enfocar el asunto, pero... lo que me encontré ayer en un aparcamiento público de la ciudad condal, roza el límite entre ficción y realidad, entre servicio o robo, y entre chiste o disparate.

Pero esto ya es el summum. Un alcoholimetro tragaperras!!!!
A ver, tengo unas cuantas preguntas:
1-¿La empresa privada-municipal-robaperas no tiene ya una fuente principal de latroc... estoooo, de sacar el dinero al contribuyente? ¿Tiene que diversificar riesgo?
2-No me fijé muy bien en el ingenio maldito... ¿Por donde hay que soplar?
3-¿Tendrá conexión Ethernet? Si das positivo... ¿avisa directamente a la Guardia Urbana para cotizar doblemente al ayuntamiento?
4-¿Realmente hacía falta?
Bueno, por si a alguien le interesa fabricarse el invento en cuestión, para ponerlo en la puerta de su casa y timar a los que se dedican a practicar el botellón por los alrededores, aquí dejo la dirección del sensor de alcohol correspondiente. Es el HS-131, que a pesar de su nombre, no es un champú. Hay que compensarlo en temperatura (lo explica en el datasheet, con ejemplo incluido), y tratar de linealizar su comportamiento (no me da la gana, por ahora, hacer ese trabajo por vosotros).
Hasta pronto





